MITOS Y VERDADES SOBRE EL ACENTO INGLÉS

 

Mito: existe un acento estándar

 

Son muchos los juicios de valor que se han hecho a lo largo de la historia sobre lo que se ha denominado, el inglés bueno y el inglés malo. Sin embargo, muchos de estos juicios se han basado exclusivamente en la clase social, la raza o los rasgos demográficos.

Según revela Oxford University Press en su artículo, el acento británico que se ha considerado ‘estándar’ es el denominado Received Pronunciation (RP), una pronunciación más bien asociada a los británicos ricos y poderosos.

Pero actualmente también existen algunos juicios sobre los distintos acentos británicos pues, según una encuesta reciente, los acentos menos atractivos de Reino Unido son los de la zona de Liverpool y Birmingham, mientras que los que mejor suenan son el de Irlanda y el RP.

Mito: sólo tienen acento algunos hablantes

 

Otro mito muy extendido en torno a los acentos británicos es que algunas personas pueden no tenerlo, y que sólo algunas personas tienen acento. De hecho, según un estudio de Cambridge English Corpus, el 13% de los participantes declararon que no tenían ningún acento cuando, la realidad, es que todos los hablantes tienen algún acento.

Verdad: no hay un acento mejor que otro

 

Los sonidos que utiliza cada persona a la hora de comunicarse son arbitrarios. En los hablantes británicos, los del Norte pronuncian las vocales de forma diferente a los del Sur, y esto no significa que un acento sea inherentemente mejor o peor en comparación con otro.

Por este motivo, cuando estudiamos inglés no deberíamos obsesionarnos con tener un acento concreto, como el que tienen ciertos cantantes, actores o periodistas famosos. Sino que sería más interesante fijarnos en el acento que tienen personas cercanas a nosotros y utilizarlas como modelo en el aprendizaje.

Según Cambridge, dado que no hay un acento mejor que otro, lo más importante cuando aprendemos inglés es conseguir que la comunicación sea efectiva y que podamos entendernos con otros hablantes, independientemente del acento.